¿Recuerdan la nota que publicamos en el Club sobre los derechos de autor de la mona que tomó prestada una cámara de fotos y se sacó varias selfies? Sí, la de la macaca indonesia que se viralizó en las redes.

Desde que ganó tanta notoriedad se desató una ola de comentarios sobre los derechos de autor de los animales. Una organización, Peta, supo ver la oportunidad al subirse a esta tendencia para instalar el tema en la opinión publica.

La causa llegó a través de Peta a la justicia en San Francisco, pidiendo que el animal fuera declarado autor y propietario de sus propias fotografías.

Pero este miércoles, el juez William Orrick sostuvo que aunque el Congreso y el Presidente pueden extender la protección de la ley a los animales tanto como a los humanos, no hay indicación de que ellos estén amparados por la Ley de Derechos de Autor«.

Según se cita en el artículo publicado por Telam,»La Oficina no registrará trabajos producidos por la naturaleza, animales o plantas. Asimismo, la Oficina no puede registrar obras supuestamente creadas por seres divinos o sobrenaturales», establece el Compendio. El texto cita como ejemplo de lo precedente «una fotografía tomada por un mono», entre otros como «un mural pintado por un elefante».